Bogotá busca desincentivar consumo de bebidas azucaradas en colegios

El Concejo de Bogotá aprobó el 10 de febrero un proyecto que busca desincentivar el consumo de bebidas azucaradas en los colegios de la capital. Con la iniciativa se busca que directivos de 2.242 colegios privados y distritales den el paso hacia el cambio en los hábitos alimenticios de los estudiantes, implementando otras opciones como agua, jugos naturales y alternativas saludables.

El acuerdo «promueve estrategias integrales de alimentación saludables para desincentivar el consumo de sal y azúcar, con énfasis en las bebidas azucaradas, para contribuir a mejorar la calidad de vida y la salud de la población del distrito capital».

En retrospectiva, la intención con esta iniciativa es la de disminuir la incidencia y prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles y la tasa de sobrepeso y obesidad en la población bogotana. La estrategia estará dirigida a la población en general en todos los entornos donde trascurre la vida cotidiana, especialmente, en la comunidad educativa.

Según el documento, “»los lineamientos a los que se refiere la normativa se llevarán a cabo por medio de acciones pedagógicas y comunicativas que resalten la importancia de la reducción del consumo de sal y azúcar, en especial de las bebidas azucaradas. Las piezas comunicativas que estimulen la reducción del consumo de estos aditivos serán expuestas en lugares visibles de los establecimientos institucionales, educativos y comerciales de la ciudad de Bogotá, y contendrán el siguiente mensaje: el exceso del consumo de sal y azúcar es perjudicial para la salud».

«El consumo de bebidas azucaradas está incluida en la dieta del 81,2 % de la población, y, en cuanto a enfermedades que pueden estar relacionadas con este hábito, las estadísticas señalan que 3 de cada 10 colombianos tienen diabetes”; una de las comorbilidades más vulnerables ante una infección por COVID-19.

Revista Semana.
Foto cortesía: sweetfriends.co.nz

Según el concejal Álvaro Acevedo, del Partido Liberal y uno de los autores de la iniciativa, el proyecto aplica para las instituciones públicas y privadas, entre jardines y colegios. La decisión tiene impacto en, al menos, 800 sedes educativas, la mitad de ellas distritales, y cerca de 1,6 millones de niños, niñas y adolescentes.

«La Administración Distrital, en cabeza de la Comisión Intersectorial para la Seguridad Alimentaria y Nutricional del Distrito Capital (CISAN) y con el liderazgo de la Secretaría Distrital de Salud, la Secretaría de Educación del Distrito y el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), en el marco de sus competencias, implementará medidas para que las tiendas escolares de alimentos en planteles públicos y privados de Bogotá y los parques públicos oferten y distribuyan alimentos saludables y a su vez, desarrollen campañas que desincentiven y reduzcan el consumo en exceso de sal y azúcar, en especial de las bebidas azucaradas».

Para lograr que la puesta en marcha se lleve a cabo con éxito, los colegios deberán hacer campañas de concientización, que hagan reflexionar a los alumnos sobre el consumo perjudicial de azúcar, y, paulatinamente incorporar nutricionistas en las instituciones educativas.

Funcionarios del Ministerio de Salud y de la Secretaría de Educación harán un acompañamiento en los colegios públicos, para que dentro de los refrigerios no se incluyan estos productos, que pueden resultar en graves afectaciones para la salud de los estudiantes. 

Carolina Piñeros Ospina, directora de la organización Red Papaz, le explicó a El Tiempo que el acuerdo es «un primer paso», pero que le «faltan dientes». «Le corresponde a la Alcaldía sacar una reglamentación muy juiciosa, en términos de restringir el consumo y el acceso a esos productos, y hacer una minuta de la oferta de la tienda escolar».

Su planteamiento siempre ha estado orientado a la idea de que debe haber coherencia en los colegios, porque mientras, por un lado se intenta desestimular el consumo de productos ultra procesados, por otro lado las tiendas escolares están llenas de comida chatarra y en los almuerzos les dan a los niños bebidas azucaradas.

Al proyecto le falta la sanción de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, para que sea un acuerdo de la ciudad. Durante la discusión tuvo el aval de las secretarías de Educación y Salud.

Un comentario

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *