Depresión postparto: el verdadero rol de la familia y de la sociedad

«La madre de la madre aún no es abuela, porque primero está ayudando a su hija a convertirse en mamá. Atiende al bebé, no porque llore, sino porque es su niña la que está llorando, aunque no salgan lágrimas de sus ojos. Llora porque le duelen los pechos; llora porque desconoce cada día; llora porque le duele el cuerpo y el sueño… La madre de la madre le prepara comida caliente y su postre favorito; se asegura de que coma porque sabe que necesita fuerzas para aguantar el día y tener al menos una sonrisa en el rostro… La madre de la madre ve lo que le pasa a su hija de una forma distinta a los demás… La madre de la madre puede ser también una hermana, una amiga, una suegra, una vecina, una cuñada, una tía. Una mujer que apoye y entienda, que ayude y calme, que sea tribu y que comprenda como nadie, porque eso es lo que necesitan las mujeres durante el puerperio”, Marcela Feriani.

Apoyo y comprensión. Un binomio completamente necesario para las mujeres que recién comienzan el camino de la maternidad. Tan importante que de ahí se desprenden o no las complicaciones propias de una depresión postparto.

Pero, ¿qué es la depresión post parto? La revista médica kidshealth ofrece una explicación teórica sobre el tema. Se trata de un estado anímico depresivo que experimentan entre el 10 y el 15 % de las mujeres que recién han dado a luz. En la tristeza posparto es posible que una mujer se sienta feliz en un momento y triste o al minuto siguiente, superada por las circunstancias. Se puede sentir triste, irritable, desanimada, infeliz, cansada o malhumorada. La tristeza posparto suele durar solo unos pocos días, aunque puede extenderse hasta una semana o dos.

Explica Rosangel Piña Urdaneta, experta en salud mental y psicología clínica, que la depresión postparto se puede dar por muchos factores, al margen del ‘alboroto hormonal’ propio del momento. Un embarazo no deseado, maltrato físico y psicológico por parte de la pareja o que el bebé sea del género que no se deseaba y falta de apoyo familiar pueden ser algunos detonantes para que se dé una depresión post parto, pero, en condiciones normales, de un embarazo deseado y un contexto familiar sano, el apoyo del entorno (pareja, padres, hermanos, suegros, cuñados, amigos) es determinante en el momento inmediato del nacimiento.

Algunas condiciones que ayudan a aumentar las posibilidades de una depresión postparto tienen que ver con el consumo de algunas sustancias psicoactivas o estimulantes durante la gestación del bebé o antecedentes de depresión o perfil depresivo (que no es lo mismo que depresión).

Foto cortesía: BabyBjorn.com.

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La depresión post parto tiene un detonante: la falta de apoyo del esposo o pareja o núcleo familiar. La mujer cuando está embarazada está mucho más vulnerable que cuando no lo está. La presencia o ausencia que la pareja pudo tener durante el embarazo o en la relación previa a esta etapa se magnifica al momento la gestación. «De ahí que durante los embarazos la mujer sea más demandante. Siempre hay un desencadenante para que se dé una depresión post parto».

Explica la evidencia científica que, aquellas mujeres que padecen de depresión posparto corren mayor riesgo de desarrollar una depresión grave en el futuro.

Los síntomas pueden incluir insomnio, pérdida del apetito, irritabilidad intensa o dificultad para vincularse con el bebé. Si no se trata, la afección puede durar meses o más tiempo. El tratamiento consiste en terapia, antidepresivos o terapia de hormonas, según sea el caso.

¿Cómo puede una mamá identificar si tiene depresión postparto?

  • Sobreprotección con el bebé, al punto de no dejar que lo cargue ni siquiera el papá o incluso ella misma.
  • Tendencias a no querer cargar ni alimentar al bebé.
  • Tendencias a llegar a ser agresiva consigo misma o con el bebé.
  • Pueden tener brotes psicóticos (alucinaciones o delirios), que se dan en la minorada de los casos.
  • Estados de ánimo deprimidos o cambios de humor graves.
  • Llanto excesivo.
  • Aislarse de familiares y amigos.
  • Pérdida del apetito o comer mucho más de lo habitual.
  • Incapacidad para dormir o dormir demasiado.
  • Fatiga abrumadora o pérdida de energía.
Foto cortesía: brainsway.com

En palabras de la experta, aunque parezca contradictorio, el centro de atención de los cuidadores externos no debe ser el bebé sino la nueva mamá, pues del recién nacido se encarga ella.

«En términos de logística, la intervención del padre o familiares cercanos es determinante. Hay campañas que hablan del tema e incentivan la alimentación por parte del padre sin abandonar la lactancia materna exclusiva. Deja la lechita mamá para que papá se encargue en la madrugada y descanses. Hay que estar conscientes de que el vínculo entre la mamá y el hijo no se va a romper porque intervenga un familiar cercano para atender al niño y permitir el descanso de la mamá. La atención y el protagonismo del momento lo necesita la nueva madre para que ella esté en la capacidad emocional y física de estar disponible en este nuevo camino de la maternidad».

Explica Piña que lo que más se recomienda para un manejo adecuado de depresión postparto es el apoyo del entorno familiar, sobre todo de la pareja. En culturas como las latinas, el comportamiento laboral también afecta en el sentimiento de depresión de las mujeres, pues, cuando se vuelven madres sus prioridades comienzan a cambiar y se vuelcan hacia su hijo, pero no quieren dejar a un lado lo que son profesionalmente. Aquí entra en juego el apoyo de las políticas de Estado en la protección laboral de la nueva madre.

No se trata solo de ejecuciones teóricas, que traten de cumplir con la obligatoriedad: traer una mueva vida al mundo implica más que eso. Apoyo real; familiar y social, de ahí parte el verdadero cambio.

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