No existe un linaje colombiano del virus del COVID-19

Declaraciones ofrecidas por las autoridades españolas, en las que alertan sobre el aumento de la circulación de una variante del SARS-CoV-2, supuestamente hallada en Colombia, y que ya había sido incluida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) dentro del grupo de interés, que requiere una vigilancia especial en el contexto sanitario actual, llamó la atención de las autoridades colombianas.

Martha Ospina, directora del Instituto Nacional de Salud (INS), desmintió tal aseveración. La experta asegura que no existe un linaje colombiano.

«Existe un linaje, que es el B.1.621, que surgió a partir de una investigación colombiana. No se puede confundir la nacionalidad de los investigadores con la nacionalidad del linaje. Los investigadores colombianos lo identificaron en Colombia e hicieron el estudio y publicaciones correspondientes de este linaje, que también circula en Estados Unidos, Curazao, Países Bajos, México, Dinamarca, Alemania y España y, seguramente, en muchos más países».

En palabras de la líder del INS, Colombia detectó este linaje e hizo los reportes correspondientes. Recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) cambió los nombres de los linajes y ya no se llaman con nombres de países, para evitar la estigmatización de los investigadores, quienes «se esfuerzan en descubrir los linajes que circulan. En la actualidad, se identifican con las letras del alfabeto griego. Entonces, no es permitido ni aceptado que éste se denomine como linaje colombiano».

Ospina no descarta que colombianos positivos hayan viajado a España con este linaje, así como también lo pudieron haber hecho mexicanos, estadounidenses, alemanes y personas de países donde también circula la variante.

Tampoco descarta que de España hayan llegado personas con el linaje B.1.621 a Colombia. «Entre otras cosas, pudiera ser que este fuera el país de origen». 

«Colombia detectó este linaje desde enero, lo caracterizó y lo reportó. Ninguna de las variantes que circula en el mundo ha demostrado resistencia a las vacunas. Es temeraria la afirmación hecha. El origen de una variante se debe explicar con estudios evolutivos de reloj molecular y datos epidemiológicos, por eso no se puede afirmar que es una variante colombiana. Quien lo hace confunde el origen de los investigadores, con el origen del linaje».

Martha Ospina, directora del INS.

La doctora informó, además, que la OMS, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la embajada en España y la Cancillería están realizando la gestión correspondiente con el gobierno español para aclarar el tema. 

Según la OMS y la OPS, Colombia, al igual que países con gran capacidad en investigación científica y seguridad sanitaria, participa en proyectos de vigilancia, investigación y desarrollo sobre virus respiratorios, como el de la COVID-19, coordinados por la OMS, en los que se realizan estudios epidemiológicos, análisis moleculares y secuenciación genómica; además de investigaciones sobre las variantes de interés, pruebas de laboratorio y la evaluación de las opciones terapéuticas y las vacunas.  

De ahí la vigilancia genómica y la investigación desarrollada por Instituto Nacional de Salud, que busca establecer la circulación de las llamadas Variantes de Interés (VOI), clasificación de la OMS en la que se encuentran aquellos linajes de los cuales se sospecha o se sabe que causan cambios importantes y que circulan ampliamente. La otra categoría son las Variantes de Preocupación (VOC), en la que se encuentran aquellas mutaciones que se propagan con mayor facilidad, causan una enfermedad más grave, escapan a la respuesta inmunitaria del organismo, cambian la presentación clínica o reducen la eficacia de herramientas conocidas, como medidas de salud pública, pruebas de diagnóstico, tratamientos y vacunas. Sin embargo, hasta el momento la OMS no ha clasificado la B.1.621 como variante de interés o preocupación.  

Colombia ha podido secuenciar 1.085 genomas completos e identificar 64 linajes. Las variables de preocupación, que circulan en el territorio nacional, se encuentra la Alpha, en los departamentos de Antioquía, Caldas, Bogotá, Cundinamarca, Norte de Santander y Bolívar; y la Gamma en Amazonas, Arauca, Santander, Antioquía, Bogotá, Sucre, Caldas y Valle, acorde con los datos de la vigilancia genómica del INS en Colombia, con corte al 21 de mayo y el informe de la OMS al 3 de junio.   

La OMS/OPS reportan que la variante B1.621 circula en Colombia en Caquetá, Nariño, Amazonas, Vichada, Arauca, Bolívar, Sucre, La Guajira, Magdalena, Sucre y Antioquia. En el mundo se han reportado en España 104 casos y 13 brotes comunitarios no asociados con viajes; Holanda 10 casos, Dinamarca 27 casos y Reino Unido 2 casos.  

“Hasta el momento las vacunas que han sido licenciadas por la OMS son efectivas y eficientes contra todas las variantes, incluyendo aquellas de interés y de preocupación. Sin embargo, es importante resaltar que la vacuna es una herramienta más del control de salud pública de la COVID-19 y en este momento es importante mantener todas las medidas de protección personal y distanciamiento físico. Si todos nos cuidamos vamos a poder disminuir la trasmisión y salvar vidas”, aseguró la representante de la OPS/OMS en Colombia, Gina Tambini.   

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