Colombia está abocada a coordinar, controlar y lograr un proceso de vacunación exitoso. Si bien algunas vacunas contra la COVID-19 se han aprobado en un tiempo récord, la ciencia, en su totalidad avala la seguridad y eficacia de las mismas, así como la autenticidad de sus procesos de desarrollo. El país, de la mano del Ministerio de Salud y Protección Social, ha establecido una ruta segura para la nacionalización de los biológicos al país. De esta manera se comprueba, a través de un proceso adicional, que las vacunas que se administrarán en Colombia son seguras.
Con la creación de la Autorización de Uso de Emergencia, gracias a la cual el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA) tiene la potestad de aprobar vacunas en un tiempo mucho menor al establecido normalmente, también existe una línea de seguimiento para lograr la nacionalización de los antídotos. Se trata de un proceso minucioso, que garantiza que las vacunas que entran a Colombia están en las condiciones adecuadas para su distribución y aplicación.
Sobre el tema el ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruíz Gómez, explicó que el primer ente que autoriza en el país es el INVIMA, a partir de una autorización de importación. En la segunda etapa entra el Ministerio de Comercio, que tiene la responsabilidad de aprobar el registro de importación. Ambos consensos dan luz verde al despacho de vacunas en el territorio nacional; en esta etapa se determina el lugar donde se realizará la nacionalización (Aeropuerto Internacional El Dorado o bodega del Ministerio de Salud en la Zona Franca de Bogotá).
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El proceso continúa con el arribo de las vacunas a El Dorado; de ahí se hace el respectivo traslado a la Zona Franca, en donde se hace la recepción y almacenamiento de las vacunas en los cuartos fríos. Y en el caso de las vacunas que lo requieran, en neveras de ultracongelación. «Una vez se nacionalizan, se realizan los tramites de inspección y presentación de la declaración de importación. Ya nacionalizadas y en las bodegas, se realiza la disposición del producto para retirarlas del aeropuerto o del almacén en Zona Franca y distribuirlas a todo el país».
Infraestructura para almacenamiento
El proceso de logística y distribución de la vacuna contra la COVID-19 en Colombia será la operación más grande que haya realizado el Gobierno nacional en los últimos años.
Tal y como lo manifestó Gerson Bermont, director de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud y Protección Social, » gracias a que el país, desde hace muchos años, cuenta con la experiencia del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) hay bodegas suficientes para almacenar una gran cantidad de vacunas, no solo en Bogotá sino en el resto de ciudades».
«A nivel nacional el PAI cuenta con 2.975 puntos de vacunación dotados de equipamiento de frío certificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cuando lleguen las vacunas por vía aérea a Colombia, estas irán directo al centro de acopio de Bogotá o de cualquiera de los puntos acordados por el Ministerio de Salud y Protección Social para luego ser distribuidas en el territorio nacional, con la colaboración de las Fuerzas Militares. Finalmente, serán distribuidas en cada uno de los puntos de vacunación».
Gerson Bermont, director de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud y Protección Social.
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En la capital hay dos bodegas en la Zona Franca, con capacidades de almacenamiento de hasta de 40 millones de vacunas en un solo momento. En el resto del país existen 37 centros de acopio para el almacenamiento y conservación de biológicos. Bermont aclaró que las primeras vacunas en llegar a Colombia requerirán ultracongelación, para lo cual hay ocho puntos de distribución en ciudades como Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Cartagena y Pereira.